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Déficit fiscal de Argentina casi se triplicó en junio debido al incremento de los subsidios

Por: | Publicado: Martes 19 de agosto de 2014 a las 05:00 hrs.
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El déficit fiscal en Argentina prácticamente se triplicó en junio -medido año sobre año-, luego de que un incremento en el gasto corriente, incluyendo un fuerte aumento en los subsidios del gobierno, drenara las finanzas públicas, forzando a recurrir con más fuerza a los cofres del Banco Central de la República Argentina (BCRA) para contener el deterioro de la situación fiscal.

El balance primario, que excluye los pagos de intereses sobre la deuda y se considera una medida de la capacidad del gobierno para financiar sus compromisos de gasto sin recurrir a nuevo endeudamiento, pasó a una situación de déficit en junio.

Los resultados representan el sexto deterioro consecutivo del balance fiscal sobre términos anuales. El pobre desempeño fiscal de junio contribuyó en gran medida al incremento de 170% en el déficit del primer semestre a 37.300 millones pesos argentinos (US$ 4.500 millones), comparados con los 13.800 millones de pesos argentinos en el primer semestre de 2013.

Los ingresos corrientes aumentaron 56% en junio, impulsados por la inflación, que rondó el 40% en el periodo, y que elevó los ingresos tributarios en 43% durante ese mes. El buen resultado en cuanto a ingresos fue reforzado aún más por la decisión de seguir incluyendo en las cuentas fiscales las transferencias desde la agencia de seguridad social y del banco central. Estos últimos ingresos son nominales y surgen del incremento del valor en moneda local de las posiciones del BCRA en dólar, tras el declive del peso este año.

Pero, ni siquiera este impulso artificial de las cifras de ingresos (que en teoría debería haber sido reportado “bajo la línea” como financiamiento) fue suficiente para contrarrestar un enorme incremento en el gasto corriente de más de 70%. El gasto en subsidios para el sector privado se duplicó, pero quizás el aspecto más preocupante sea que el crecimiento en salarios y bienes generales y servicios ascendió a más de 50%, exacerbado por la continua y gradual depreciación del peso.

Los negativos resultados fiscales de junio y el deterioro del panorama durante el primer semestre subrayan el precario estado de la posición fiscal del gobierno, a medida que intenta apoyar a una decaída economía con subsidios a los salarios y líneas de crédito baratas para la industria. Los recortes en los subsidios para las empresas de servicios básicos y una posición más dura en las negociaciones salariales no han evitado el espiral y parece cada vez menos probable que el gobierno tenga éxito en sus esfuerzos por reducir el déficit fiscal este año.

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